A propósito de Chismes y Sandeces

Manuel advirtió temprano que no leería Chismes y Sandeces y, sin que adivino uno quiera autocatalogarse, resume de que no hará caso a las formas de escritura de medios y periodistas muchas veces mal intensionadas o simplemente, imponiendo formas amarillistas a la realidad para lograr preponderancia o solo, likes.

El periodismo en Santo Domingo Este depende en más de un ocheita porciento a lo que acontece en el mundo político hasta casi invadir sus vidas privadas, mientras que un millón trescientos mil habitantes encuentran poca voz o ninguna voz que se haga eco de la realidad de los ciudadanos, la vida del municipio.

Aunque poco a poco esta situación cambia, aun lo que pasa con los políticos o con el propio ayuntamiento, logra absorber las necesarias noticias.

El periodismo debe encaminarse a la profundización de las denuncias, a la confrontación de versiones, a editar mejor los artículos, estudiar el uso de las técnicas elementales del buen escribir, la coherencia de los contenidos, a evitar el copia y pega de medios, a proponerse subir la calidad de los medios y espacios.

Las campañas electorales provoca el lamentable desenfreno de trabajadores de la prensa que mutan, por militancia o por necesidad de capitalizarse, hacia un candidato en específico y sesgan su medio o espacio televisivo o radial con tal de subir o defender su candidato y, por experiencias propias del 2016, cuesta mucho trabajo restacar la percepción de imparcialidad luego de terminada la campaña.

Muchos intereses provocan que la prensa sea respetada que no es lo mismo que ser leída, el ranking no obedece necesariamente a la seriedad del medio, a la objetividad del medio ni a su credibilidad. El morbo atrae a miles pero no decide procesos. Es la calidad del periodismo lo único que salva a la prensa del descrédito.

Los medios son herramienta necesaria o punta de lanzas para despropósitos y las matrices de opinión, un supuesto, una noticia, un tema, se impone a veces por su importancia, real o supuesta, pero también como parte de campañas bien organizadas por poderes estructurados que persiguen objetivos específicos a corto, mediano, y largo plazo.

La guerra política posee varias aristas y una de ellas es el descrédito o la venta de un personaje o tema siendo la prensa necesaria para difundir la información o desinformación según sea el caso.

Para quien estudia estos procesos, escudriñando la realidad, se puede determinar el origen y la profundidad de cada noticia que sale, teniendo en cuenta varios factores esenciales y otro no tanto de la investigación que permiten entender desde quien escribió verdaderamente algún artículo camuflado hasta concluir quien lo paga.

Según el alcalde Manuel Jimenez, no se entretendría en leer chismes ni sandeces… sin embargo, no todo se escribe o se coloca en los medios en la simpleza del idiotismo o el simple orgásmico like, sino que se pueden concluir la ejecución de planes de desestabilización con fines electorales o económicos que, seguro, necesitan medios para lograr el cometido.

Fue así que en el caso de Los Tres Brazos, se montó una campaña mediática a la cual se sumaron las llamadas AntiBocinas (Huchi, Altagracia, Edith…), arrastrando a protestar contra un supuesto a Marcha Verde e incluso, al mismo actual alcalde de Santo Domingo Este pues este tema en realidad fue todo lo contrario a lo mediaticamente impuesto de forma maliciosa arrastrando voces prestigiosas. He ahi el poder de los medios.

La solución nunca es virar la cara, cada medios, cada periodista, cada noticia, debe ser analizada por el poder imperante con responsabilidad, conocimiento y preparación, que va más allá del «no leeré Chismes y Sandeces» pues estos podrían levantar olas y poner grilletes a personas inocentes, como en Los Tres Brazos.

Todo es complejo, saber diferenciar qué es campaña de los simples chismes y sandeces le toca a los funcionarios de cualquier nivel que quieran hacer bien su trabajo.

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